Desde el advenimiento de las cámaras digitales, ha habido un debate feroz acerca de la autenticidad de los orbs. Son manchas circulares que aparecen en fotografías tomadas digitalmente y con cámaras de 35mm.
Las primeras fotografías orb fueron tomadas por cazafantasmas norteamericanos en cementerios, a comienzos de 1990. Ellos creían que los orbs eran las almas de los muertos rondando sus tumbas. Entonces, los orbs fueron fotografiados en lugares embrujados, sugiriendo que eran una forma de energía asociada a lo paranormal.
Por muchos años se dio por sentado que los orbs eran una actividad paranormal; pero pronto varios investigadores comenzaron a probar que no eran lo que parecían. Un grupo de especialistas ingleses mostraron que, dependiendo de la cámara, se pueden obtener orbs de diferentes estructuras y colores. Y no sólo eso, sino que la humedad y el polvo en el aire causan efectos similares.
Fueron hechas pruebas con varias sustancias como la arena, la tierra y la humedad. Los resultados probaron que los miles de fotografías orb podían ser explicados con facilidad. Los fabricantes comenzaron a tomar nota de estos resultados, equipando a las cámaras digitales recientes con un filtro "libre de orb”; y demostrando que estas manchas eran un poco más que un brillo técnico.
